martes, 21 de diciembre de 2010

ALQUIMIA Y CIVILIZACIÓN

El trabajo interior como principal prioridad en nuestra conciencia no excluye que tengamos preocupaciones por el devenir de la civilización a la cual pertenecemos. La doctrina tradicional nos previno con muchos siglos de antelación como se desarrollarían los ciclos con una precisión que no podía ser originaria de ninguna mente humana. Actualmente los signos parecen indicar que nos estamos acercando al "solsticio" de este ciclo. La analogía con el proceso alquímico parece evidente. La civilización europea está llegando a lo profundo del negro, su opus nigrum. La hipertrofia del desarrollo tecnológico puede encontrar su analogía en el "oro vulgar" de los falsos alquimistas, los sopladores que llevados por la codicia creían poder obtener oro siguiendo al pié de la letra los tratados herméticos. 
Este estado plumbeo necesita su piedra filosofal. Y es aquí donde entra el papel de aquellos que han desarrollado un nivel más alto de conciencia. Su presencia desempeñará la función de la piedra filosofal por una ley de analogía iniciática ((Kybalion). Todo dependera del grado de desarrollo interior de estas   élites y no de presentarse a unas elecciones con un discurso restaurador. Estamos tratando con plomo-masas democráticas. El retorno al orden anterior no es posible de ninguna manera. 
No se trata de esperar a ningún salvador, el mesías judeo-cristiano. Los últimos signos quizás revelan que también se ha acabado ya la época de las élites y comience la de los grandes solitarios